lunes, 9 de agosto de 2010

¿Puedo volver a dibujar?




- Chica. ¡Chica! Se te ha caído esto.
- Gracias señor.
- ¿Lo has dibujado tú?
- Sí, señor.
- Dibujas muy bien. Se ve que practicas mucho.
- Si...
- No te preocupes. Yo también llevo bastante tiempo sin tocar un pincel. ¿De dónde es ése paisaje? ¿Es el lago Costanza?
- Sí. Son las vistas del lago desde mi casa. En Hemmenhofen.
- Tienes mucha suerte de vivir allí jovencita. Ojalá vievese allí yo también.
- Hay una casa vacía en el pueblo señor.

- Vamos Otto, no molestes a esta muchachita. ¿No ves que es de la BDM? Seguro que tiene muchas cosas que hacer.
- Si Sophie, debemos irnos. Me están llamando y tu padre me ha dicho que te controle.
- De acuerdo, de acuerdo. Que tengais un buen día chicas.
- Igualmente.



- Caramba Sophie. Si que ha tardado en llegar el tren. Por poco llega antes el de tu hermano. Que vale que me guste el paisaje del lago hasta Radolfzell, pero...
- Hubo algún problema en la estación de Stuttgart, señora Bauer. No sabemos el qué.
- Vale vale. Gracias por todo Katharina. ¿Y tú? ¿No le vas a dar un beso a tu madre? ¿Qué tal lo has pasado?
- Muy bien. Mira.
- ¡Anda! Dos medallas ¿eh? ¿Has hecho alguna amiga?
- Si. He conocido a dos personas que son muy importantes.
- ¿Si? ¿Y quienes son esas personas tan importantes?
- Sophie Scholl y Otto.
- ¿Otto? ¿Quién es ése?
- No lo se.
- ¿Y si no lo sabes, cómo és que es tan importante?
- ...
- ¿eh?
- Mamá...¿puedo volver a dibujar?

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